16 septiembre, 2013

Primer punto para los de José Mari Pajares.

Empate a penurias en el derbi de las urgencias.


 U.D SAN PEDRO: Dani, Edu, Joselito (Gonzalo, minuto 83), Lucas, Cantizano, Raúl (Yeray, minuto 65), Borjita, Montaño (Salvi, minuto 79), Cintrano, Álvaro y Mariano.
U.ESTEPONA CF Carenote, Roberto, Juan Rodríguez, Abel Valenzuela, Carvajal, Germán (Cristian Morente, minuto 15),  Rafa Boga (Tete, minuto 56), Samu, José Luis Boga (Fiera, minuto 73), Urdín y Chupi. 
Goles: 0-1; minuto 82: Chupi.  1-1; minuto 87: Gonzalo.
CAPITANES Y TRÍO ARBITRAL.

Árbitro: Carlos Montijano Linde, del Colegio de Jaén. Expulsó por doble tarjetas amarillas al defensa del Estepona Carvajal, en el minuto 71. Además amonestó a los locales Joselito, Álvaro y Raúl; y a los visitantes Abel Valenzuela, Samu, Rafa Boga y Cristian Morente.

Fotos y resumen  Cortesía de Alberto Vigara Arias

El de ayer era un choque al que ambos equipos llegaban con las mismas necesidades, como un paciente que ingresa en la UVI con pronóstico reservado. Los síntomas, muy similares y la mejor receta para la recuperación, los tres puntos. Cualquiera de los dos podría haber dejado a su rival muy tocado, herido de muerte, pero tras noventa y pico minutos de terapia contra los males, ninguno de los dos abandonará el hospital hasta dentro de, al menos, siete días. Todo ello porque sampedreños y esteponeros no supieron ganar el partido cuando lo tuvieron en su mano. Los locales, porque fallaron lo indecible ante la meta de Carenote y, además, porque sus problemas físicos se hacen ya más que evidentes. Con uno más durante casi 20 minutos, no fueron capaces de sublevar a su enemigo, acabando el encuentro extasiados, casi muertos. Por su parte, los visitantes debieron haberse adelantado al filo del descanso, pero la rapidez de brazo del asistente con su bandera les privó de una inmerecida ventaja. Hasta ese instante, las ocasiones más claras habían sido para los rojinegros. Borjita, en el minuto 13, se relamió al ver un balón muerto en área grande, a placer. Lo empalmó con tantas ganas, que acabó marchándose a un palmo del palo. Más nítida fue la que tuvo Dani Cintrano, a la media hora, tras quedarse solo ante el arquero esteponero. Ni él mismo se creyó la pasividad de todos, por lo que eligió un toquecito suave para empujar el esférico sobre el guardameta rival. El problema es que fue tan leve, que Abel sacó bajo palos casi sin inmutarse. Ya en el segundo acto, los blancos dieron un pasito más, en busca del premio gordo. José Boga avisó pronto, pero su disparo careció del más mínimo instinto asesino. Poco después, los sampedreños replicaron con un cabezazo franco de Mariano, que se marchó pegado al poste derecho de Carenote. Los minutos transcurrieron sin grandes sobresaltos, hasta que Carvajal, en el minuto 71, no tuvo más remedio que frenar al delantero hispano-argentino, que se marchaba directo al área. Eso supuso su segunda amarilla y dejar a los suyos en inferioridad, motivos más que suficientes para temer por el resultado. Nada más lejos de la realidad, porque Dani Cintrano se empeño en perdonarles la vida, cual emperador romano en el coliseo. A diez minutos para el final, volvió a verse las caras con su enemigo el arquero, pero su disparo salió demasiado cruzado, cuando el respetable en las gradas pedía el castigo, apuntando con el pulgar hacia abajo. Fueron demasiados regalos para un Estepona tan necesitado de aire. Aunque aún quedaba el regalo sorpresa, ese que se deja siempre para el final de las fiestas. En el minuto 83, Chupi, ahora en el bando opuesto, se dispuso a botar una falta desde el círculo central, con la única intención de hacerlo llegar al área de Dani, que estaba a otros menesteres. Cuando quiso darse cuenta, el esférico ya le había sobrepasado, en dirección a las redes. Ver para creer. Con 0-1 y vislumbrando la luz al final del túnel, los visitantes se dedicaron a acometer las embestidas de los rojinegros, que para entonces jugaban con un equipo partido en dos, y salir a la contra en busca de la sentencia. Pero en esas apareció Gonzalo, el invitado que nunca te falla, siempre en romance con el gol. Tres minutos sobre el campo le bastaron para empatar el encuentro. En el minuto 86, Borjita sacó fuerzas de donde no las había para realizar su mejor acción de la mañana. Enfiló la línea de fondo y le regaló un centro templadito a su compañero, que sumó con la testa su segundo tanto de la temporada, otro gol que vale un punto. Nada más sucedió, por lo que los enfermos continúan ingresados, con pronóstico reservado.

No hay comentarios: